[Reseña] Memorias de Idhún: La Resistencia

Ficha técnica: 

Título: Memorias de Idhún: La Resistencia (Memorias de Idhún #1)

Autora: Laura Gallego García

Editorial: SM 

Número de páginas: 558

Precio: S/. 70 ($25 aproximadamente)

Frase introductoria e inolvidable del libro:

"No veo por qué tienes que amar a una sola persona si, en tu corazón, hay espacio para dos. No me perteneces. Tan solo me pertenece lo que sientes por mí. Pero tú puedes sentir otras cosas... por otras personas. Los sentimientos son libres y no siguen normas de ninguna clase"

Reseña y opinión:

Amé estas palabras. La mejor frase del libro sin duda, aunque ¿por qué tenían que ser dedicadas a Victoria, la versión pequeña  de Isabella Swan? No, no y no. Esto puede desencadenar en una mala interpretación (y en un mal triángulo amoroso). 

¿Se percibe mi antipatía hacia este personaje? Tiene todo lo que no me gusta en un personaje femenino: es indecisa, voluble, insensata, regida (y subordinada) a sus instintos, con una tendencia a llorar y contradecirse que me provocó rodar los ojos en muchísimas ocasiones, desesperante por su colosal dilema amoroso que me dejó indiferente y, a veces cuando ella traspasaba los límites, con el incontenible impulso de abofetearle y recordarle a su brillante mente que estaban en una guerra que amenazaba su mundo, Idhún, y las diferentes razas que habitaban en él. ¿Qué te pasa, Victoria?

Es absurdo luchar (con un báculo que lanza luces por cierto) y distraerse con emociones que no corresponden a los hechos. Laura Gallego crea un personaje insufrible que aspira, sin ningún éxito, a volverse una heroína cuando es evidente que es ella la damisela en apuros, esperando dramáticamente el rescate de su príncipe azul que, para aumentar aun más mi frustración, son dos muchachos que se odian, pero -¡oh, maravilla!-, gracias al amor que sienten por ella, hacen a un lado sus diferencias para mantenerla sana y salva. 

Hablemos de sus dos caballeros: Jack y Kirtash, polos opuestos unidos por un imán con nombre propio. 

Jack aparece en el primer capítulo. Tiene 13 años y, de camino a su casa montado en bicicleta, tiene un mal presentimiento sobre sus padres.  Sus peores temores se materializan al llegar a casa: sus padres están muertos. ¿Pero por qué? Su respuesta llegará al instante al descubrir al responsable: un hombre con túnica llamado Elrion que no está solo. Un chico de 15 años lo acompaña, vestido de negro y expresión inescrutable, cuyo nombre corresponde a Kirtash, un asesino mucho más despiadado que Elrion. Jack sabe que morirá, lo sabe por la gélida mirada que le dedica Kirtash, así que se prepara para el golpe final, pero esto no ocurre porque si no el libro tendría menos páginas. porque otros dos desconocidos se manifiestan en su casa y protegen al desorientado y medroso Jack. 

Tanto Jack como Kirtash muestran cambios físicos y emocionales, pero con respecto de su relación con Victoria... pareciesen detenerse, tropezar con la misma piedra, caminar en círculos viciosos. Ahí esta la traba, el factor que impide que nuestros personajes superen esa brecha y se desarrollen, ya que siempre están acosados por el pensamiento de esta chica, como atolondrados adolescentes. 

Específicamente, Jack que convierte su venganza (el que hayan asesinado a sus padres) en una molesta y absoluta necesidad de proteger a Victoria, exponiendo su propia vida en ello, de Kirtash aun cuando descubre más adelante el "secreto" de este y Victoria. ¿Y aun así le sigue amando? ¡Venga ya! ¿Dónde quedaron las reacciones humanas esperables? Jack parece olvidar -o ignorar, como gusten verlo- su dolor spoiler: ¡Victoria le traicionó en muchos ámbitos! para seguir amando abnegada e incondicionalmente a Victoria. 

Es ilógico. Podría entenderlo si fueran hermanos o únicamente mejores amigos, pero, dado que no es así, no logra convencerme su profesado amor. ¡Tienen catorce/quince años, por favor!

Kirtash, por otra parte, me pareció un personaje complejo y estructurado, pese a algunos momentos que me parecieron... no muy de su estilo Spoiler Alert: ¿Dónde quedó la inteligencia superior de su parte sheek cuando padecía por la magia oscura de Ashran? Pudo haber usado su astucia y fingir que su nombre no era Christian, sino Kirtash, y hacer una retirada, porque evidentemente estaba en desventaja. Así se habrían ahorrado todos muchos problemas... . Su franqueza, su aparente frialdad, su valiente aceptación a su pasado y a sí mismo sin compadecerse por su destino me cayeron de perlas, ya que estaba cansada de tantos capítulos que rayaban en lo cursi. Y esto fue lo que más me molestó de este libro: todo parece reducirse al dilema amoroso (y sus consecuencias) de Victoria, omitiendo la parte esencial del libro: Idhún. 

Creí que encontraría en Memorias de Idhún: La resistencia un complejo y maravilloso mundo fantástico (yo aposté por Laura Gallego luego de Donde los árboles cantan  y El libro de los portales), pero lamentablemente no fue así. La historia tenía potencial, pero la autora se desvió y centró en temas más bien secundarios. 

Me gustaría echarle la culpa a la edad. Quizá si lo hubiese leído años atrás, cuando no tenía tantos libros leídos del género fantástico y las criaturas como los unicornios me hubiesen parecido los seres más increíbles del mundo, me habría gustado como a tantos otros, pero me reservo las dudas, ya que aún sigo siendo joven y amo los libros de la temática mencionada. ¿Y que los personajes sean unos niños no influyó negativamente? Lo dudo, porque actualmente estoy leyendo la saga de Los héroes del Olimpo y El libro del cementerio, y los estoy disfrutando mucho. Así que no. Debo aceptar que no tuve un buen inicio con La resistencia, pero espero que, en los siguientes libros, mejore, ya que sí, los compré todos al mismo tiempo, entusiasmada e intrigada por descubrir por qué el 99% del mundillo lector  amaba este libro (o mejor dicho trilogía). Realmente deseaba sumarme al fandom, pero es evidente que no fue así. 

Calificación: 

2/5 Pudo ser mejor (el ritmo ágil y la presencia de Kirtash son causantes de que este libro no recibiera una sola estrella).